La
enfermedad de Chagas está causada por un parásito llamado Trypanosoma Cruzi. Este
bicho, un protozoo flagelado en realidad, suele emplear animales salvajes para
instalarse cómodamente, pero de vez en cuando pasa a los humanos, es lo que se
llama zoonosis, y para pasar de un animal a un humano lo hace a través de un
vector, es decir, un insecto del grupo de los triatominos o también llamados
insectos besadores, nombre este algo raro, pero aun así más comprensible y
fácil de pronunciar que el de triatominos.
Entre
estos insectos besadores se encuentra la chinche, un bicho que incordia
bastante (de ahí el verbo chinchar) porque al picar chupa sangre ya que es un
hematófago o, lo que es lo mismo, se alimenta de sangre. Pero la puñetera chinche
no solo se limita a fagocitar hematíes, en el proceso puede pasar el Trypanosoma
Cruzi, un regalo envenenado porque este protozoo puede provocar serios
problemas en los humanos.
La enfermedad
que produce este parásito se llama Mal de Chagas porque fue Carlos Justiniano Ribeiro
das Chagas el investigador brasileño que descubrió el agente causante. Que digo
yo que por qué llamarlo Mal DE Chagas, si Chagas precisamente abrió la puerta a
su cura, o sea, que hizo más bien que mal. Dejando cuestiones filosófico
léxicas, indagaremos un poco cómo este señor, médico investigador, descubrió el
tripanosoma. En 1909 le mandaron a combatir una epidemia de malaria que se
había declarado entre los trabajadores que participaban en las obras de un
ferrocarril. Este hombre se montó un laboratorio en un vagón de tren y ahí se
dedicó a analizar las muestras que obtuvo en diferentes lugares. Lo primero que
vio es que en las viviendas de los trabajadores del ferrocarril había gran cantidad
de chinches, y al diseccionarlas observó que dentro había otro “bichito” que
tenía características similares a otros protozoos llamados tripanosomas (entre
los que se encuentra el causante de la enfermedad del sueño), pero con algunas
peculiaridades diferentes, al final lo bautizó de nombre Trypanosoma y de
apellido Cruzi (este en honor a su jefe que se apellidaba Cruz).
Chagas
no solo identificó el causante de la enfermedad que lleva su nombre, también
estudió todo el proceso infectivo: el reservorio natural es un animal salvaje,
la chinche le pica, se lleva el tripanosoma, luego pica a un humano y le pasa
el protozoo. Si bien en los animales y en la chinche el parásito no tiene
efectos reseñables en los humanos la lía parda.
Un
humano infectado puede estar una temporada sin síntomas, salvo una pequeña hinchazón
en el lugar de la picadura, pero al cabo de un periodo más o menos variable
(unos pocos días o varias semanas) empieza a tener fiebre, el hígado y el bazo aumentan
de tamaño, esto en los casos más leves. En los más graves la cosa se complica,
el corazón se ve afectado, el esófago y el colon se dilatan; el sistema nervioso
también puede verse perjudicado provocando demencia y alteraciones neurológicas
como encefalitis con pronóstico fatal, o sea, muerte.
Pero no
solo la chinche puede transmitir la enfermedad; transfusiones de sangre
contaminada pueden repartir tripanosomas, embarazadas infectadas pueden pasarlo
a sus fetos vía placenta. Como, además, las chinches tienen la costumbre de picar
a varias personas a la vez, si pica a una infectada, le pueda pasar también la
enfermedad a la siguiente a la que le toque el picotazo.
Esta enfermedad
tiene prevalencia en las zonas más pobres de América Latina. La OMS la considera
una de las trece enfermedades tropicales más DESATENDIDAS del mundo.
Según la
OPS (Organización Panamericana de la Salud) estos son los datos estadísticos
Datos OPS/OMS |
El tratamiento se basa en dos fármacos descubiertos hace más de cincuenta años, a pesar de que su efectividad no es muy alta. Hasta hace poco más de diez años, NINGÚN laboratorio se puso a la tarea de buscar otras alternativas o de mejorar las que hay, lo que da idea de lo poco que importan algunas enfermedades cuando la población afectada son unos muertos de hambre. Ahora mismo, existe una terapia combinada con dos medicamentos pero que resulta, cómo no, muy costosa y a la que es difícil acceder si no se tienen recursos, a todo esto, hay que añadir que cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más efectivo es el tratamiento, pero para diagnosticar tempranamente también hace falta dinero.
Recientemente
la OMS ha creado un programa para la lucha contra la enfermedad de Chagas que
dirige otro brasileño, el investigador Pedro Albajar Viñas.
En cualquier
caso, la prevención es la mejor terapia para combatir el mal de Chagas. Una
buena higiene, limpieza adecuada tanto en viviendas como en los lugares donde habitan
los animales domésticos (gallineros, conejeras, palomares, etc.…) es la mejor
arma porque si se acaba con las chinches estas dejan de chinchar (valga la
redundancia).
Para
terminar abajo os pongo el cuento que MSF ha creado para dar visibilidad a esta
enfermedad olvidada.