Retomo la actividad en el blog después de muchos meses apartada, pido
disculpas si algún seguidor se ha sentido abandonado/estafado, pero otros
menesteres me han impedido concentrarme y poder escribir aquí con el rigor y la
seriedad que este espacio merece.
No haré promesas de volver con la asiduidad o frecuencia esperada en un
blog porque la inestabilidad que la pandemia está provocando en muchos aspectos
ha hecho que una servidora viva al día, o lo que es lo mismo, sé lo que voy a
hacer hoy pero no tengo mucha idea de lo que me tocará hacer mañana, así que… mejor
no prometo nada que no estoy segura de cumplir.
Dadas las fechas en las que estamos donde (se supone) el personal se
embarga de amor, solidaridad y todas esas cosas, vuelvo al blog con una nueva
sección de la mano de Médicos Sin Fronteras. Esta ONG publicó hace unos meses
un librito sobre enfermedades olvidadas con la intención de visibilizar los
problemas que existen en lugares remotos y muy lejos de nuestros cómodos
hogares.
Desde hace casi dos años en la mente de todos se encuentra un virus y
sus consecuencias. La pandemia de COVID-19 nos ha venido a golpear de lleno en
todas las narices, nos ha mostrado cuán vulnerables somos (unos más que otros).
Sin embargo, gracias a la investigación llegaron las vacunas y, aunque a esto
aún le falta para terminar, la enfermedad está más o menos controlada.
Aún surgen nuevas variantes del virus que está dando por saco en todo el
planeta, muchas de estas variantes surgen en países donde la vacunación es
prácticamente inexistente y por esto ya se oyen algunas voces que piden atender y
reforzar la asistencia en TODOS los países porque, de seguir así, esto no se
acabará nunca.
Pero no todo es coronavirus, hay otras enfermedades; en el mal llamado
primer mundo (¿primero en qué?) algunas ya están erradicadas o no suponen un
problema por tener disponibles tratamientos efectivos que las frenan; otras
simplemente no existen en nuestro primer mundo (¿primero en qué?) porque las
condiciones necesarias para que aparezcan no se dan. En cambio, no es así en otros
países.
Médicos Sin Fronteras ha decidido poner en nuestro conocimiento esas
enfermedades olvidadas que, al no tener incidencia en nuestro cómodo ―y quejica―
primer mundo (¿primero en qué?) no se investigan apenas, no interesan y eso que
hay mucha población afectada pero… esa población es pobre y, además, vive muy
lejos de nuestro confortable mundo.
Yo me he propuesto también visibilizar esas enfermedades. Iré hablando
de ellas en sucesivas publicaciones y al final de cada una insertaré el cuento pertinente
con el que MSF nos representa el problema que supone en algunas zonas del
planeta (zonas pobres y alejadas de nuestra comodidad).
Muchas veces no pensamos en que hay que cambiar algo hasta que vemos que
ese algo no está bien. Puede que este pequeño granito de arena mueva a algunos
a moverse, a actuar, a levantarse de sus mullidos sillones y decidan hacer algo
para cambiar lo que no es justo.
Muy buena la intención Paloma y espero leerte. Es cierto que parece que solo nos preocupamos de pandemias cuando nos tocan muy cerca y mientras no nos llegue, no nos importa demasiado lo que pase más allá de nuestro territorio. Ni siquiera a veces somos conscientes de los privilegios que tenemos, hace unos días me vacuné de la tercera dosis y sorprendentemente la sala de vacunación estaba vacía y le pregunté al personal y me dijeron que mucha gente se había saltado la cita, parece ser que un día de fiesta y tarde era demasiado esfuerzo. Me enfadó nuestro egoísmo pensando en tantísimas personas de otros lugares que no pueden acceder a la vacunación, ya es realmente que no valoramos lo que tenemos.
ResponderEliminarUn beso
Que en "nuestro" mundo haya gente que no se vacune porque le viene mal una hora o el hospital está lejos de su casa es un insulto para quienes no tienen acceso a la sanidad más elemental. A esas personas las mandaba yo una temporadita a los países donde la sanidad brilla por su ausencia para que sepan valorar lo que tienen y no sean tan egoístas.
EliminarEs una lástima lo mal que se reparten algunas cosas.
Espero que estas entradas sirvan para algo en ese aspecto.
Un besote guapa y bienvenida al club de la tercera dosis ;)
Hola Paloma, es normal que a veces el blog no se pueda mantener como nos gustaría. Yo también tengo muchos altibajos, pero lo importante es divertirse y participar como se pueda.
ResponderEliminarEl tema de tu entrada es muy interesante porque no somos conscientes de todas las comodidades que tenemos ni solemos plantearnos el tipo de vida que muchas personas llevan y no pueden escapar. Y en esto toca de lleno la sanidad y el acceso a la vacunación.
Un besito!
Es increíble las diferencias que se dan en este tema de la sanidad (como en tantos otros).
EliminarEn sucesivas entradas hablaré de enfermedades que aquí, en "nuestro" mundo (hablamos de mundos como si viviéramos en planetas diferentes, pero es así) no suponen ningún problema, bien porque hay tratamientos efectivos, bien porque no se dan ya que el entorno es seguro al respecto (hay higiene y profilaxis), sin embargo esas mismas enfermedades son mortales en muchos otros sitios y causan estragos dramáticos que se ignoran aquí. Mientras no haya más igualdad nunca podremos sentirnos cómodos.
Un besote, guapa.
Estaré atento, Paloma, a tus próximas entradas porque el/los tema/s se lo merecen.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Juan Carlos, espero que sean interesantes las publicaciones.
EliminarUn besote.
Pues me interesa mucho este catálogo de enfermedades olvidadas.
ResponderEliminarSolo se oyó hablar del ébola cuando algún europeo (una enfermera española entre algún otro) se contagió, pero el ébola mata miles de personas cada año en África, sin que se nos mueva una pestaña. Eso por poner un ejemplo que se me ocurre ahora, pero seguro que los médicos de MSF, nos enseñan unas cuantas más.
Un beso y feliz año 2022.
En la lista de MSF no aparece el ébola, pero es posible que yo sí hable después de ella porque eso que comentas de cuando se infectó una auxiliar después de que llegara a España un misionero a su vez infectado, dio visibilidad a una enfermedad que, como tú comentas, causa muchas muertes en África y que aquí, como no nos afecta, pasamos olímpicamente. Tan solo cuando llegó a nuestra puerta un caso le vimos las orejas al lobo, aunque luego todo se quedó en agua de borrajas.
EliminarUn besote y feliz año nuevo también para ti.