sábado, 18 de abril de 2020

Covid-19: ¿y tú de quién eres?


Como la anterior publicación fue muy densa, voy a aparcar de momento el manual de conceptos para no atosigar al personal con definiciones demasiado técnicas. Para compensar el machaque de la anterior entrega esta será más ligera tratando, además, un tema interesante que a los españoles nos encanta: la teoría de la conspiración. En realidad, voy a hablar sobre el origen del virus, pero esto desgraciadamente se ha enlazado con ese tipo de teorías que tanto nos gustan.
Desde hace unos días se está especulando si el virus de marras es un producto de laboratorio, esto es algo que los amantes de la paranoia conspirativa ya dijeron desde el principio pero que ahora tiene más fuerza porque un presidente muy poderoso lo ha dicho a las claras, o quizás no tanto, porque ese señor se caracteriza por hablar algo confusamente (solo se le entiende bien cuando insulta). El caso es que, con declaraciones presidenciales o sin ellas, ya casi todos empezamos a ver a los chinos como a los malos, malotes.
Cada uno es libre de pensar lo que quiera, faltaría más, pero desde este espacio intentaré dar una explicación científica al origen del virus y si hay motivos para mosquearse o no.
Vaya por delante que todo lo que viene a continuación son las conclusiones de científicos obtenidas a partir de los datos que se disponen AHORA. Esto no quiere decir que mañana o la semana que viene o el próximo año se sepa algo que dé por tierra lo dicho hoy.
A este respecto voy a hacer un pequeño inciso y me voy a poner en plan filosófica sobre la ciencia.
En ciencia no hay verdades absolutas porque es una doctrina que cambia constantemente y lo hace al son de los descubrimientos y los conocimientos que ininterrumpidamente se obtienen. Esto es algo que muchos no entienden y cuando ven a un científico decir hoy blanco, para mañana decir negro (porque nuevas investigaciones han dado resultados mejores) la mayoría cree que ese científico es un inútil.
Si al científico en cuestión, en lugar de rectificar, se le ocurre decir «No lo sé» entonces la opinión que tienen de él no es de un inútil sino de un imbécil. En un país donde todos opinamos de todo y además sentamos cátedra, porque sabemos más que nadie sobre lo que sea que se nos ponga por delante, que alguien reconozca públicamente que no sabe algo es una cosa que no nos entra en la cabeza ni podemos asumir.
Vivimos en una sociedad donde domina el «Mantenella y no enmendalla» o lo que es lo mismo, antes muertos que reconocer que nos hemos equivocado. Tenemos muestras todos los días de esto: periodistas que mienten descaradamente y cuando se les pilla en falta, dan la callada por respuesta y si te he visto no me acuerdo. Políticos que prometen lo contrario de lo que acaban haciendo una vez ganadas las elecciones y cuando se les reprocha dicen con un descaro propio del que no tiene vergüenza que eso no es verdad. En fin, en un mundo donde mentir no tiene castigo ni consecuencias, que un científico diga «No lo sé» nos deja descolocados porque la mayoría pensará que si no lo sabe que se lo invente. Pues no, la ciencia no es así y la mayoría de los científicos no se comportan como el común de los mortales (afortunadamente).
Hace días leí un fantástico artículo (Por qué hay motivos para el optimismo...) donde, entre otras cosas, el autor recuerda a un profesor suyo y reputado inmunólogo que, ante la insistencia de un periodista para que le diera respuestas, dijo: «No lo sé porque soy científico. Si yo fuera un político o un sacerdote, seguro que podría darle a usted una respuesta. Pero un científico solo puede decir lo que la ciencia sabe, y la ciencia no sabe eso que usted me pregunta». Sí, señor, con un par.
Pero a lo que yo quiero llegar es a que la ciencia, a veces, dice una cosa para decir la contraria tiempo después. La ciencia avanza en función de lo que se va sabiendo, no es una materia estanca, no tiene verdades absolutas, sus aseveraciones duran lo que dura la investigación en aportar datos nuevos. Sí, esto ya lo he dicho antes, pero cuando quiero que una cosa quede clara, la repito mucho, y si no que se lo pregunten a mis alumnos.
  Por tanto, y con esta reflexión previa, lo que a continuación viene está sujeto a cambios.
¿Es el SARS-Cov-2 (el nombre técnico de nuestro coronavirus) un virus diseñado en el laboratorio?
Con los datos que disponemos la respuesta es NO. Me gustaría insistir en eso de los datos disponibles, porque algunas informaciones vienen de China y ese país ha contado lo que ha querido y como ha querido, que eso también hay que tenerlo en cuenta. Algo que viene a apoyar a presidentes paranoicos e infantiles que para encubrir sus propias deficiencias y no aceptar que hacen las cosas mal, prefieren, con una pataleta propia de niños pequeños y malcriados, echar la culpa a otros de todo lo que les está pasando. Pero me voy por las ramas, volvamos a lo nuestro.
Si la mayoría de los científicos creen que el SARS-Cov-2 es ‘natural’ es porque la evolución respecto del virus encontrado en el murciélago hace ya varios años (ojito, hace varios años), es ‘lógica’, o lo que es lo mismo, el cambio ha sido esperable en cuanto que no hay demasiada diferencia y por tanto no se necesita una manipulación especial para que se dé.
Pero hay otro aspecto, y que a mí me convence más, que avala el origen natural. Este virus está compuesto por una cadena de ARN y una cubierta lipoproteica (la de las puntitas que le hacen parecer una corona). Manipular una cadena de ARN es relativamente sencillo, cambiamos un nucleótido por otro (recordad lo que conté en la publicación anterior) y convertimos una función determinada inocua en otra más peligrosa. Vale, eso podría haber pasado.
Sin embargo, diseñar una cubierta lipoproteica… eso es otro cantar. Para ‘fabricar’ algo así se requiere una tecnología muy complicada que, se supone, no tiene nadie… o a lo mejor sí… (aquí dejo un espacio para dejar pensar a los amantes de las conspiraciones). Y la cubierta de nuestro querido coronavirus no se parece a ninguna otra, tan solo ‘un poco’ a la del virus de los murciélagos, pero con una ‘sutil’ diferencia que permite que pueda atacar las células humanas. Y esa ‘sutil’ diferencia es la que hizo que saltara de especie, que se diera la zoonosis (enfermedad infecciosa que se transmite de animales a humanos).
Para los expertos, el cambio de la cubierta que permitió la infección en humanos es una consecuencia ‘lógica’ de una mutación y no el resultado de una manipulación intencionada pues, insisto, diseñar, aunque sea con leves cambios, esa puñetera cubierta que tantos problemas está dando, no es cosa fácil.
Dicho esto, y teniendo en cuenta que la guerra biológica está sobre la mesa desde hace decenios, cualquier cosa es posible, aunque no todo es probable. Pero, con los datos que ahora se tienen la explicación más plausible es la de una mutación natural.
Hay que reconocer que este virus se está portando como un auténtico hijo de pu.., porque los desastres que organiza a nivel inmunológico es para volver loco a más de un médico y las múltiples maneras de manifestar los síntomas traen de cabeza a los sanitarios: a unos les quita el sentido del olfato y del gusto, a otros les da fiebre o no, a unos les produce un sarpullido como si de un virus exantemático se tratara, pero no lo es (virus exantemáticos, como el sarampión o la rubeola, son aquellos que producen erupciones en la piel), a otros les da fuertes dolores de cabeza, a otros congestión nasal o a otros simplemente nos les produce ningún síntoma y esto ya es la repanocha.
Y a todo esto hay que añadir que es muy, pero que muy, contagioso. La facilidad con la que es capaz de llegar hasta cualquier persona es pasmosa, y es en este punto donde más alucinados tiene a todos los expertos.
Yo misma he llegado a pensar que este virus era casi perfecto por lo que me he planteado que no podía ser fruto de la casualidad, pero si nos atenemos a la evidencia que hay ahora mismo, parece que sí, que ha sido la naturaleza y sus mutaciones la que nos está volviendo locos a todos con esta pandemia.
Sí, este virus es casi perfecto, pero en ese “casi” radica la esperanza; en esa palabra y en la labor excepcional que están haciendo nuestros científicos, los de fuera de nuestras fronteras y los de aquí. Esa labor, junto a la experimentación a pie de cama del personal sanitario que está haciendo de la necesidad y del agobio, virtud, nos va a dar buenos resultados en forma de tratamientos y (parece ser) una vacuna.
Para la vacuna aún falta mucho (cuestión de seguridad) pero para los tratamientos ya se ven resultados muy buenos. Pero esto ya lo contaré en la próxima publicación, ahora os dejo para que le déis un poco al coco sobre conspiraciones y guerras bacteriológicas, con tanto confinamiento hay tiempo y material de sobra para imaginar. De todas formas, si os falta imaginación siempre podéis recurrir a la cuenta de Twitter de Trump.




19 comentarios:

  1. Pues si, Kirke, mucho se está hablando desde hace tiempo del tema de la conspiración, pero yo, he oido declaraciones de científicos ( nada de políticos, periodistas o entendidillos que hay muchos), científicos de verdad a los que no les mueve ningún color y no les importa reconocer cuando se equivocan o cuando desconocen algo, les he oido decir que no hay conspiración, que tiene toda la pinta de ser un virus natural, venido de donde sea, que eso está por ver todavía, pero no del laboratorio, porque eso sería complejísimo y casi imposible, como tu dices.
    Asi que yo me quedo con ello.Y me alegro también de esos tratamientos que parece que están dando resultados.¡Ojalá pueda ser así y acabemos con esta pesadilla!
    Un abrazo muy grande

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    1. Se habla mucho de los murciélagos porque en ellos hay un tipo de virus prácticamente idéntico al que nos afecta a los humanos, pero también es cierto que se sospecha que el transmisor ha sido otro animal, (un reservorio o un vector, no están seguros) y andan viendo cómo se contagió el paciente cero (que tampoco saben con seguridad quién fue). El caso es que ahora mismo, el virus se ha extendido tan rápido que ya "da igual" (en realidad no porque saber cómo funcionan estos puñeteros virus puede ayudar a prevenir otros nuevos).
      La mutación natural de momento es la explicación más lógica porque, además, no es la primera vez que los murciélagos nos pasan enfermedades (el ébola, la rabia, etc...), de hecho pueden albergar un montón de virus sin sufrir daños por su sistema inmune y por la temperatura corporal tan elevada que les caracteriza.
      Yo creo que acabaremos sabiendo convivir con el virus sin que nos haga demasiado la puñeta (como lo estamos haciendo ahora con la gripe), pero para eso aún falta, y por desgracia causará muchos más contagios.
      Un abrazo, Rita, cuídate.

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  2. Como siempre lo has explicado de maravilla. la gente solo quiere oír hablar de conspiraciones. les encantaría que se descubriera que era culpa de algún país (a poder ser de China) y se lo pasarían en grande con el quilombo que se formaría. Ya se dijo del VIH que había sido fabricado en laboratorio. pero ambos virus tienen el mismo problema para su síntesis por parte de un científico loco.
    La cubierta de estos virus, mayoritariamente surge de las células infectadas. Es una doble capa de fosfolípidos típica de la unidad de membrana de una célula (con la salvedad de las proteínas que se codifican con el ARN del virus y que se ensamblan en esa membrana formando las espinas y alguna cosa más) y nadie todavía (no soy capaz de imaginarme la posibilidad hoy por hoy) ha podido fabricar una membrana celular. Como bien dices, son palabras mayores.
    Que sigan los papanatas (más que paranoicos) con el presidente a la cabeza haciendo bulla. Por sus dichos los conoceréis.
    Un beso.

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    1. Jo, qué bien has explicado la estructura de la cubierta,que tiene la función de una membrana y quienes hemos tenido que 'sufrir' cómo funcionan las membranas celulares sabemos lo complejas que son, anda que no hay mecanismos ahí.
      Yo creo que intentar ver un culpable en todo esto es de mentes infantiles, parece que si la culpa es de alguien algunos se quedan más tranquilos. Saber que estamos sujetos al azar, que no todo se puede domesticar, nos pone muy nerviosos y nos hace sentir más vulnerables de lo que realmente somos.
      En fin, yo no soy psicóloga, así que tampoco sé por qué se dan estos comportamientos que no conducen nada más que a malos rollos y a desviar la atención de lo que realmente importa: atajar la infección y conseguir controlarla.
      Un besote, Rosa.

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    2. Además de los virus, me fascinan las membranas celulares.
      Yo creo que el hecho de que encontrar culpables nos tranquilice es porque, como dices, si las cosas se deben al azar pueden suceder en cualquier momento y a cualquiera, mientras que si hay un culpable se puede neutralizar al culpable y evitar la catástrofe. Infantilismo puro y duro, sí, pero es lo que hay.

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  3. ¡Vaya! Yo estaba convencido de que la Comisión Trilateral había conspirado con el Club Bilderberg a través de los terraplanistas para implicar a un laboratorio canadiense y otro chino y producir el virus que se esparciría en el ambiente mediante los chemtrails, todo financiado por Bill Gates y Jeff Bezos, con el fin de hundir la economía iraní y monopolizar el mercado de aliexpress. Pero debes tener razón, porque de ser cierta mi idea anterior faltaba el Instituto Tavistock en el meollo y eso no me cuadraba. Una brazo y espero con ansiedad tu siguiente post.

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    1. Te has olvidado de los judíos y de los masones, que seguro tienen vela en ese entierro, ya te lo digo yo, ja, ja, ja.
      Fabular es barato, y la imaginación puede volar tan alto como uno se lo proponga. Amigos de las conspiraciones los ha habido siempre pero si, encima, un presidente de una nación importante va y les da alas... los paranoicos salen hasta de debajo de las piedras. Es para hacérselo mirar.
      Gracias por tu comentario tan irónico (y tan lleno de crítica).
      Un abrazo, Jesús.

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  4. Gracias. Un saludo, nos hemos equivocado... que no es tan dificil.

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  5. La verdad es que pensaba que tejer un virus tan complejo en un laboratorio debía ser algo muy complejo y dificil y tú me lo has venido a confirmar, y la verdad también has ava<lado mi teoría de que es un transmisión por un animal, pero eso si, has comentado que esto ya se sabía hace un año ¿entonces porque no hicieron nada para evitar esta pandemia? no lo entiendo, pero bueno supongo que a lo mejor pensaban que no iba a ser tan letal, supongo.
    Por otro lado, con respecto a ciertos políticos y periodistas que van de listos también, mejor no comento nada porque me enciendo y la verdad mi cabreo es monumental.
    Con ciertas empresas que ante este Coronavirus se están comportando con sus trabajadores de una forma irresponsable también, incluida la de mi marido, que siendo enfermo de riesgo lo están haciendo ir a trabajar y la verdad como le pase algo te juro que muevo Roma con Santiago pero denuncio a la empresa donde haga falta, en fin,hay muchos motivos por los cual estoy cabreada, pero vamos ya haré un post ya cuando todo esto pase, o este mucho mejor las cosas, porque desde luego hay muchas cosas que se han hecho muy mal.
    Un besote y gracias como siempre por aportar tranquilidad, saber y conocimiento a quienes la ciencia es algo que no entendemos mucho, y por supuesto espero con mucho interés tu siguiente post.

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    1. El coronavirus de los murciélagos se conoce desde hace varios años, hay un artículo que me pasó David Rubio del 2015 donde se alerta sobre la peligrosidad del mismo si se diera el paso de animal a humano, la zoonosis que he citado en la entrada. Haré una publicación sobre ese artículo y explicaré algunas cosas muy interesantes que ahí se cuentan.
      Lamento mucho que a tu marido le obliguen a trabajar siendo personal de riesgo, espero que al menos le den protección adecuada, aunque viendo cómo se tienen que ganar las lentejas los sanitarios no tengo demasiada confianza en esto. Ya nos contarás en el post en tu blog. Afortunadamente, todos en casa estamos teletrabajando , nuestra actividad no se ha parado y tampoco nos ponemos en riesgo ni somos un peligro para los demás. Este tema de trabajar en casa es algo que también se debería analizar cuando esto pase, porque se pueden extraer conclusiones muy, pero que muy interesantes.
      Un besote y mucho ánimo. Cuidaos.

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  6. Yo siempre he pensado que los "conspiracionistas" son unos paranoicos o simplemente gente que disfruta (¿se puede disfrutar con eso?) atemorizando al prójimo. Son parientes cercanos a los creadores de bulos, con la diferencia a favor de los primeros en que estos últimos, además, son unos hijos de mala madre. Y en ambos casos, quienes sufren las consecuencias son los ciudadanos profanos e ingenuos.
    En cuanto a la labor de los científicos (y de la ciencia en general) ya la has descrito perfectamente: dar a conocer los hechos basados en la observación y experimentación. Un científico dede basarse en hechos y ser muy escupuloso y comedido a la hora de informar al público y no crear falsas esperanzas. De todos modos siempre hay alguna excepción y más de uno (generalmente vinculado de un modo u otro al Gobierno de turno) se ha mostrado más "locuaz" de lo recomendable. Hay expertos al servicio del Gobierno, contratados como asesores y/portavoces que se sienten obligados a concretar tanto que luego dan esa mala impresión que mencionas: "Ese tío no tiene ni p. idea". Y no deja de desconcertar que entre los expertos en la materia, oficiales y no oficiales, hayan a veces discrepancias de un cierto calibre y calado. Solo el tiempo va poniendo las cosas en su lugar. Recordemos que al principio, incluso los profesionales sanitarios de este (y otros países) proclamaban que la Covid-19 era como una gripe común, solo que un poco más expansiva o contagiosa y reducían a tres los síntomas inequivocos de padecerla: dolor de cabeza, tos seca y dificultad respiatoria. Yo les disculpo (qué menos) porque la informaciòn era muy limitada y nadie se imaginaba una evolucion de tal magitud, tanto epidemiológica como clínica. Lo único que tengo que reprocharles a algunos científicos es que se sometan a las directrices e intereses gubernamentales del momento: si conviene decir que no son imprescindibles las mascarillas, excepto en el personal sanitario, porque en realidad no hay para todos, pues se dice. Cuando las haya en cantidad suficiente, ya les diremos que sí, que tienen que ponérselas. Cuando los científicos se dejan influir por quienes les pagan, vamos mal. Por eso prefiero guiarme por reconocidos virólogos, epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas libres de ataduras y de cualquier influencia oficial.
    Y la culpabilidad de China en esta pandemia que el señor Trump intenta hacer colar, sea como sea, a sus "súbditos" no tiene otra motivación que la electoral. Como es una gran putada (con perdón) que ese maldito "virus chino" dé al traste con su política basada en el eslógan "make America great again" y le puede hundir en la miseria en las próximas elecciones de noviembre, pues qué mejor echar las culpas y apuntar con su dedo acusador al gigante asiático y a la OMS de todos los males y así lavarse sus sucias manos y eludir toda su responsabilidad de cuando ridiculizaba y minimizaba los riesgos de la pandemia en los EEUU.
    La mezcla entre política y ciencia es una combinacion peligrosa y antinatural, pero es lo que hay.
    Como siempre, me has deleitado con tu sensatez científica, je,je.
    Un beso descontaminado.

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    1. Empiezo por el final de tu comentario, Josep Mª, mezclar política con lo que sea es mala idea porque lo enfanga todo, pero la ciencia sobre todo no debería verse influida, aunque estómagos agradecidos los hay en todos los sectores y la ciencia no se libra, por desgracia.
      Creo que, salvo excepciones contadas, los científicos están dando la talla en cuanto a ecuanimidad, aunque algunos se han venido arriba cuando les han enfocado demasiado con las cámaras y se han sentido protagonistas, algo a lo que, supongo, no estaban acostumbrados y por tanto ese boom mediático les ha sobrepasado. Los científicos, al fin y al cabo, también son seres humanos y tienen sus debilidades, ja, ja, ja.
      No seré yo quien defienda a la OMS porque siempre he sido muy crítica con su gestión en otras epidemias, la de la gripe A fue lamentable cómo lo hicieron y creo que de aquellos barros estos lodos, porque si en aquella epidemia nos vaticinaron dos millones de muertos y, menos mal, se equivocaron, a lo peor con esta no quisieron 'pasarse' y se han quedado cortos. De todas formas, que Trump lo pague con ellos no es justo ni desde luego sensato, pero no se puede esperar cordura y sensatez de quien continuamente da muestras de ser un bocazas que habla por impulsos.
      De todas formas China algo de culpa sí tiene, no creo que haya creado ni por accidente ni intencionadamente el virus, pero sí creo que nos ha dado una información sesgada y desde luego nada acorde con lo que estamos viendo y por ahí puede que nuestros científicos nos dijeran al principio que era parecido a una gripe. Bueno, es un virus ARN que entra por las mucosas de nariz y boca, pero ahí se terminan las similitudes con la gripe común.
      Yo no sé si puede alguien disfrutar alarmando a la gente, lo que sí sé, porque lo estoy viendo con frecuencia estos días, es que los "miedosos de la salud", especialmente los hipocondríacos y quienes tienen pavor a la enfermedad (tiene un nombre en psiquiatría pero no me acuerdo) están interpretando las informaciones difusas que se dan sobre el virus, cuando dicen que la vacuna tardará, lo interpretan como que nunca tendremos una vacuna, cuando se dice que hay gente que ha dado positivo después de dar negativo tras pasar la infección, lo interpretan como que se han vuelto a contagiar (este tema tiene mucha miga y a mí me desespera lo mal que se está contando esto), cuando se dice que los asintomáticos pueden ser foco de contagio, lo interpretan como que todos vamos a padecer el virus (en esto puede que tengan razón) pero además sufriremos daños irreparables "silenciosos" (para esto no sé en qué se basan, pero ya lo he oído por ahí). En fin, que los psicólogos tienen trabajo porque hay mucho paranoico que se está desatando con esta epidemia. Si disfrutan no lo sé, pero que disfrutan repartiendo su pesimismo y su visión torticera de la vida en general y de la enfermedad en particular, yo creo que sí porque buscan acojanar al personal y que tengamos el mismo miedo que ellos.
      Bueno, no te doy más la chapa, madre mía es que me desatas la lengua, o mejor dicho, la tecla, ja, ja, ja.
      Un besote libre de virus o eso creo (no tengo ningún síntoma, lo mismo sí o lo mismo no)

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  7. Muy bien explicado.
    Es mucho más fácil echar la culpa a otro siempre, de lo que sea y con impresentables que mandan abonados a esa tesis aún mejor.
    La autocrítica no es algo muy extendido ni por aquí ni en otros países. Como bien has dicho, aquí que alguien diga no lo sé, se ve como un síntoma de incompetencia porque como sabemos de todo y nos permitimos emitir sentencias de todo, este virus no va a ser menos.
    Y así nos va, igual que decir que nos hemos equivocado y en una situación de incerteza eso puede pasar y creo que todos lo entenderíamos (o no porque también es cierto que hay mucho sabio con muchos másteres de los de verdad o de los de mentira).

    Aún siendo consciente que China no ha dicho la verdad, menudos ellos, tampoco creo en conspiraciones y al final lo único que me interesa es que avancen los tratamientos y la vacuna y podamos volver a la cotidianidad y abrazar a todos los que queremos.
    Un beso enorme

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    1. Esto se nos está haciendo muy largo porque las condiciones son extraordinarias, pero si lo miramos con objetividad, el virus apareció hace cuatro meses escasos, y ya se han probado varios fármacos (con diferentes resultados según población y situación personal del paciente) y hay varias vacunas que ya están en fase experimental. Esto es inaudito y a mí me parece que veremos resultados positivos muy "pronto" aunque sea dentro de un año. Puede que la vacuna no sea definitiva en cuanto a que no proporcione una inmunidad permanente, pero algo ayudará a frenar la infección y a bajar la mortalidad.
      Dado el interés y que todo el planeta está afectado, yo confío en que haya buenos resultados "muy pronto" aunque sea dentro de varios meses. Esperemos que el calor del verano frene al virus y nos dé un respiro mientras en los laboratorios siguen trabajando. Volveremos a abrazar a los nuestros aunque las medidas de prevención cambiarán muchos de nuestros hábitos durante una buena temporada.
      Un beso grande, Conxita.

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  8. La cuenta de Twitter de Trump puede pasar sin tenerme entre sus seguidores, ¡qué personaje! ¡Y qué habilidad para retorcerse y de hacer chifla del virus, pasar a salvapatrias y acusar a otros del desastre! Este tipo de personas, que las hay pero por suerte no todas en el poder (otro del mismo pelaje es Boris Johnson pero ese ha escarmentado por las malas), son peor que cualquier virus. En fin, me ha gustado el post, en época de titulares tendenciosos la prudencia científica no tiene hueco. Ya te lo comenté con aquel programa de la Sexta. En las últimas líneas, quitando a Trump, veo cierto optimismo. Falta hace.
    Un abrazo.

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    1. Lo de Trump y Jonhson es de juzgado de guardia, primero ja, ja, luego a ver qué pasa y después esto es un desastre. Con lo del británico no sé si habrá sido el karma o la justicia divina que va a resultar que sí existe, porque lo de que acabara en la UCI tiene retranca.
      Lo peor de este tipo de personajes no es ya que sean unos insensatos, es que gobiernan y toman decisiones que afectan a muchos, aun así a mí lo que más me preocupa es que estos señores han sido elegidos por mucha gente que cree en ellos y no los ve como los peligrosos payasos que realmente son.
      Yo, como los científicos, a lo peor me tengo que desdecir dentro de unos meses, pero confío, ahora mismo, en que se va a encontrar una solución al virus, más o menos efectiva, pero yo sí creo que vamos a saber convivir con el virus como se hizo antaño con el de la gripe y en este caso, espero, que con menos muertos.
      Un abrazo, Gerardo, cuídate.

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  9. ¡Hola, Paloma! ¡Es que el cuñadismo, conspiracionismo de bar, es la mar de entretenido! Ja, ja, ja... Bueno, como decía José María García el tiempo nos lo dirá. Como en el caso de las novelas detectivescas, ver quién se beneficia del crimen puede ser una buena pista.
    Personalmente, me preocupa poco si es natural o artificial. Lo que sí me tiene moscatel es que esto se convierta en la excusa perfecta o carta blanca para los distintos gobiernos. Vamos a ver muy pronto medidas económicas y jurídicas que en otro tiempo hubieran provocado manifestaciones de aquí te espero y ahora nos tragaremos a cuenta y por cuenta del coronavirus. Eso sí me preocupa, pensar que la sociedad paralice su sentido crítico por la presencia de ese enemigo exterior en forma de virus.
    Has hecho bien en mencionar que lo mejor que puede hacer un científico es decir no lo sé, cuando no se sabe. Aunque hay muchos que han salido en plan estrella, si bien es cierto que con cierta influencia política. Como un tal Oriol Mitjà o el propio Fernando Simón cuando declaró el 31 de enero que en España era imposible la pandemia, como mucho un caso local. Si ello lo pensaba entonces realmente, se explican muchas cosas. Más adelante también habrá que encontrar explicaciones a la expansión de este virus tan dispar en distintos países. Me sigue sorprendiendo, por ejemplo, que el Reino Unido o Brasil donde tardaron más que en España en tomar medidas y menos estrictas tengan números inferiores. Caso aparte la cifra alemana de fallecidos. No sé, repito más que el origen, es el desarrollo y seguimiento tan dispar de los distintos gobiernos lo que me llama más la atención. En fin, veremos. Un fuerte abrazo!!

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    1. A mí también me preocupa lo que va a quedarse para siempre después de pasar el brote, y no solo me refiero al virus, sino a esas medidas que se implementarán y serán definitivas. Ya ocurrió algo parecido tras los atentados del 11S en cuanto a seguridad (¿seguridad, o era otra cosa?). Veremos, pero yo tampoco soy muy optimista al respecto.
      Con los dos científicos que mencionas tengo el corazón dividido, Oriol me parece un fantástico investigador pero es cierto que se le ha dio un poquito la pinza en algunos temas y ahí ha perdido puntos, pero creo que es un ser humano y creo que los focos de la atención mediática le han deslumbrado (quiero pensar eso y no otras cosas peores). En cuanto a Simón, te voy a reconocer que es mi debilidad, sé que muchos le critican, pero creo que es un buen técnico, de hecho en el articulo que he puesto en el enlace, se menciona una ocasión en que le preguntaron una explicación de los datos que había sobre Alemania y él contestó "No lo sé", me pareció fantástico aunque muchos precisamente lo tildaron de incompetente. Que conste que ha habido fallos, quizás demasiados, pero quiero pensar bien, como en el caso de Oriol, y creer que ha sido desde el desbordamiento de los hechos y que aquel 31 de enero no se sabía que el virus era tan contagioso al tener como referencia los datos que nos dieron desde China.
      Respecto a lo que dices de UK y Brasil, yo no veo que vayan nada bien. De todas formas, en Brasil el clima les está ayudando bastante, no sé si has apreciado que aquí, en España, Andalucía y Canarias tienen una menor incidencia de casos, estoy segurísima que es por cuestión de temperatura ambiental, en Italia, en el sur ha pasado lo mismo si se comparan los datos con los del norte. De lo que está pasando en EEUU ya ni hablamos, aunque estoy casi segura que ellos van a tumbar la famosa curva antes que nosotros pero porque están dejando que los contagios sean masivos, y eso lleva implícito más muertes pero también más rapidez en pasar el brote. Distintas maneras de afrontar un mismo problema, solo es cuestión de tener claro qué tiene más prioridad, la salud o el dinero.
      Creo, porque soy una ilusa, que después de esto se deberían establecer unos protocolos únicos para afrontar situaciones parecidas y así tomar medidas uniformes que serán más efectivas que si cada uno hace lo que le da la gana. Si vivimos en un mundo globalizado hay que tomar medidas globales. Sé que es una utopía, porque en todas partes abundan los egos y el creer que lo que hago yo está mucho mejor que lo que hacen los demás, nosotros lo estamos viendo en nuestro propio país con las comunidades autónomas, es lamentable.
      En fin, dejo el rollo. Un abrazo y cuídate, David.

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