martes, 18 de febrero de 2020

Gabriella Morreale: mens sana in tiroides sana


«La mejor vida no es la más duradera, sino aquella que está repleta de buenas acciones» (Marie Curie)

La protagonista de hoy en el blog es una mujer española, o casi española porque nació en Italia, pero se desarrolló como científica en España. Como muestra de lo bien que se adaptó a nuestro país para ser una compatriota más, tan solo voy a poner un dato: su labor y contribución en la ciencia han pasado desapercibidas.
Gabriella nace en Milán el siete de abril de 1930. Sus estudios universitarios en Ciencias Químicas los realiza en la Universidad de Granada, después de doctorarse y realizar una estancia posdoctoral en Holanda se pone a trabajar en el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC. Se convierte en jefa de la Sección de Estudios Tiroideos en el Instituto Gregorio Marañón con treinta y tres añitos, y con cuarenta y cinco es directora del Instituto de Endocrinología y Metabolismo Gregorio Marañón. También dirige y coordina investigaciones en la Universidad Autónoma de Madrid, preside la Sociedad Española de Endocrinología… etc, etc. Podría seguir enumerando los muchos puestos de responsabilidad y dirección que tuvo, pero me voy a centrar más en explicar en qué consistió su labor científica.  Con cargos o sin ellos, fue una investigadora incansable que estuvo al pie de laboratorio y con la bata puesta hasta los ochenta años.
A Gabriella se la considera la pionera de la endocrinología en España. Su campo de investigación se centró en una glándula que se encuentra en el cuello y que tiene una gran importancia en nuestro desarrollo: la glándula tiroides. Esta glándula tiene una forma peculiar que asemeja a la de una mariposa, se encuentra justo debajo de la nuez y segrega unas hormonas muy importantes para la salud, entre las que se encuentra la tiroxina o T4 (no confundir con la terminal T4 del aeropuerto de Barajas). La tiroxina regula el metabolismo; sin ella, los procesos bioquímicos que se encargan del buen funcionamiento del organismo se ven alterados. Además de ser fundamental en el metabolismo, tiene un papel muy importante en el crecimiento celular, sobre todo en el sistema nervioso.
Si la falta de tiroxina (hipotiroidismo) se da en la edad adulta, aparecen los síntomas asociados a una ralentización del metabolismo: obesidad, falta de concentración, bajas pulsaciones, etc. Pero si el déficit se da en el estado embrionario, las consecuencias son fatales para el feto porque el crecimiento se altera, el cerebro no se desarrolla adecuadamente y el niño nace con graves deficiencias mentales.
Por tanto, un déficit de tiroxina en la infancia va a conllevar un menor desarrollo cerebral y también una menor estatura. Lo de que un niño sea bajito puede tener un pase, a menos que se quiera dedicar al baloncesto, pero que el desarrollo cerebral no sea el adecuado es peligroso (que luego se hacen políticos y así nos va).
Por tanto, los niveles de tiroxina son indicadores de que algo puede no funcionar bien en los niños al nacer. ¿Y de qué depende que haya más o menos tiroxina? Pues del yodo*.
La tiroxina se forma cuando otras moléculas precursoras se unen a átomos de yodo que se encuentran en nuestro organismo y que se obtienen con la ingesta de alimentos (el yodo está presente en la sal marina en grandes cantidades). Si hay falta o déficit de yodo esta hormona no se produce.
El cretinismo o hipotiriodismo congénito (no confundir con el cretinismo de la clase política) es una de las afecciones más graves que pueden aparecer. Esta enfermedad se debe a una deficiencia en la glándula tiroides del feto, pero también puede deberse a un déficit de yodo en la dieta de la madre. Si se detecta precozmente, el tratamiento con hormonas tiroideas exógenas y con dieta rica en yodo se pueden paliar en gran medida los efectos.
Detectar tempranamente este tipo de carencias es fundamental y para eso se hace un test neonatal que se practica a los recién nacidos: la prueba del talón. Esta prueba consiste en obtener unas gotas de sangre del talón del neonato a partir de las 48 horas de nacer. La sangre se recoge en un papel reactivo que detecta niveles anormales de diferentes marcadores indicativos de alteraciones metabólicas entre las que se encuentra el hipotiroidismo congénito.
Bueno, ya hemos hablado de la tiroxina, del hipotiroidismo y sus consecuencias. Ahora volvamos con Gabriella.
Esta científica fue una autoridad mundial en el conocimiento de las consecuencias del déficit de yodo y fue de las primeras en averiguar cómo las hormonas tiroideas eran fundamentales en el funcionamiento del cerebro. Contribuyó con su tesón a implantar la prueba del talón en todos los recién nacidos para detectar precozmente el hipotiroidismo congénito y así tratar a los niños afectados con hormonas tiroideas que les impidieron desarrollar una deficiencia mental profunda. También se implicó en programas sociales preventivos que aportaban suplementos de yodo a las mujeres embarazadas, asegurando de esta manera el buen desarrollo somático y cognitivo del feto. Su implicación fue tan intensa que desde 1990 la Organización Mundial de la Salud recoge en su tabla de derechos el consumo de yodo durante el embarazo y la primera infancia.
La labor de Gabriella fue decisiva para evitar muchas deficiencias mentales, pero a pesar de todo sigue siendo una desconocida para el público en general. Esta excepcional científica nos dejó el cuatro de diciembre de 2017 y su fallecimiento pasó sin pena ni gloria, apenas una breve citación en algún noticiario.
Con esta entrada me gustaría enmendar tamaña injusticia. Va por ti, Gabriella. ¡Muchas gracias!


(*) El hipotiroidismo en adultos puede ser debido a una menor actividad de la glándula tiroides asociada a la edad. En las mujeres puede aparecer ligado a la menopausia.

16 comentarios:

  1. Nada más leer el título me he lanzado a leerte. El hipotiroidismo me tiene muy sensibilizado pues mi hijo (ya tiene 33 añitos) lo padece y el endocrino se lo tiene controlado con medicación, alimentación y -afortunadamente para él- deporte que desde siempre ha practicado.
    Muy interesante la vida profesional de esta señora Gabriella.
    Un beso, Paloma

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El hipotiroidismo es fácil de controlar con un seguimiento adecuado (es más complejo el hipertiroidismo a este respecto). Una medicación a base de T4 y sobre todo una alimentación adecuada consiguen que los efectos se anulen y el paciente lleve una vida completamente normal.
      El déficit de yodo en la dieta muchas veces es responsable de niveles muy bajos de tiroxina que pueden pasar desapercibidos pero que subyacen en situaciones de cansancio o de falta de concentración y que se pueden subsanar simplemente utilizando sal yodada.
      Me alegro de que tu hijo fuera diagnosticado precozmente, supongo que con una prueba del talón. Ya ves qué buena idea la de estos científicos.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Tengo una conocida en el CSIC que es la máxima autoridad mundial en fauna intersticial, especialista en el orden bathynellacea, Ana Isabel Camacho. Nadie fuera del mundillo sabe nada de ella. Insisto, no es una simple especialista, es la máxima autoridad mundial reconocida internacionalmente en este campo. Ser mujer y científica es fantástico si quieres permanecer en el anonimato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué ironía más fina la tuya, Jesús, al decir que para permanecer en el anonimato es ideal ser mujer y científica.
      El público en general suele ignorar los nombres de nuestros científicos, pero si además son mujeres, es que ni les suenan. Una vez hice un experimento con mis alumnos (jóvenes de veintitantos años y con formación científica) y les pregunté nombres de científicas. Salvo Marie Curie y Rosalind Franklin, no supieron decirme ninguno más. En cuanto a las españolas ya fue deprimente, a lo más que llegaron algunos fue a decirme cosas como "esa del cáncer y los telómeros" (María Blasco). Deprimente.
      Desde este blog intentaré paliar algo este efecto 'ninguneador'.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. ¡Me encanta pasarme por este blog y leer tus entradas! Se aprende un montón de cosas, y además como lo explicas tan buen y de forma tan amena ( hasta con tintes de humor), pues una lo lee y se entera de maravilla de todo.Haces que me interese la ciencia.
    En cuanto a Gabriella es una pena que una mujer de tanta valía pasase sin pena ni gloria. Gracias a tí muchos la hemos conocido y se puede paliar la injusticia que , como bien tú misma dices, se ha hecho con ella ¡Gracias Gabriella y gracias Kirke!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra saber que mi intención divulgadora es efectiva, al menos contigo, ja, ja, ja.
      Que profanos en ciencia como tú, se interesen por estos temas me hace muchísima ilusión porque ese fue uno de los motivos por los que abrí este blog.
      Gracias por tu entusiasmo y por tu curiosidad por conocer el mundo científico. Esa curiosidad hace que el mundo se mueva, y tú tienes muchas cualidades para contribuir a ello.
      Un beso, Rita.

      Eliminar
  4. Suele pasar, los científicos españoles, y supongo que las mayoría de los del extrangero, por desgracia, pasan desapercibidos. Ojalá este país diera más importancia a sus científicos que a los protagonistas de La Isla de las Tentaciones. Gracias por darnos a conocer a gente tan interesante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me temo que el ninguneo con los científicos es más exacerbado en España que en otros países, aunque el auge de ciertos medios de comunicación que se dan en redes sociales han rebajado el nivel intelectual en todo el mundo cuando los 'influencers' ganan fama por decir unas cuantas tonterías diarias.
      Gracias a ti, Francisco, por tu visita y tu comentario.
      Un saludo.

      Eliminar
  5. Yo también ignoraba a quién se debía este test tan común desde hace muchos años y tan esencial. Es hasta cierto punto humano que solo nos interese una prueba, unos análisis que pueden cambiarnos la vida y la de nuestros hijos y no a quién se lo debemos. Pero para eso está la labor de divulgación científica (como la tuya) y el reconocimiento oficial y público. Este es otro de los muchos ejemplos de lo mal tratados que están los científicos, sobre todo los que trabajan en nuestro país. La Ciencia no interesa al pueblo llano. Seguro que todavía hay gente que no sabría decirnos quién descubrió la penicilina.
    Me gusta esa ironía fina que sueles intercalar en tus entradas, por muy serias que sean, je,je.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gabriella se centró en el tema de la tiroxina y su relación con el yodo, y ahí se implicó en campañas de prevención en embarazadas, especialmente en zonas endémicas donde la falta de yodo hacía a la población más sensible a padecer hipotiriodismo.
      La prueba del talón mide más marcadores, aparte del de la tiroxina, y puede prevenir más enfermedades metabólicas como la fenilcetonuria o algunas alteraciones graves de la hemoglobina; así que fueron varios los 'padres' de esta prueba, pero el nombre de cada uno de los que contribuyó a este análisis tan importante tampoco es conocido por casi nadie. Yo me he centrado en Gabriella por ser mujer y 'española' ya que este mes de febrero es el de las científicas.
      Ya sabes que cuando quiero denunciar algo, como el ninguneo de las científicas, la ironía me parece una buena herramienta. Me alegra saber que te gusta.
      Un besote.

      Eliminar
  6. Lo que me gusta de tus reseñas no solo la divulgación que le das a la ciencia y a las cientificos/as que son absolutamente desconocidos, si no lo que se aprende y eso es algo que siempre tendré que agradecerte, y encima le pones sentido del humor, ya merece mucho mas la pena leerte.
    Una vez más, gracias por todo y sobre todo por hacer justicia, algo que hace mucha falta en este país.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que la divulgación no debe estar reñida con el rigor, se puede hacer accesible una información pero sin desvirtuarla. También creo que la enseñanza no tiene que ser aburrida, se puede explicar sin necesidad de dar parrafadas rebuscadas, aunque algunos confunden seriedad con profundidad y eso no siempre es así (ni te imaginas la de artículos 'profundos' que he leído y la de tonterías que ponían).
      Encantada de haberte entretenido y al mismo tiempo enseñado.
      Un besote.

      Eliminar
  7. Pues mira de la tiroides y el hipotiroidismo y el yodo y el hipertiroidismo algo sabía, pero de Gabriella Morreale no tenía ni idea. Parece mentira que nos den en la universidad conocimientos sobre ciertos temas sin mencionar a la persona que puso a nuestro alcance esos conocimientos.
    Una gran labor la de tu blog, aunque solo fuera por eso (que no lo es, porque tiene otros valores además).
    Gracias por paliar injusticias y desfacer entuertos.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que lo importante en ciencia es lo que se consigue y no tanto quién lo hace posible, pero creo que cuando alguien como Gabriella se implica tanto en que la población se beneficie de sus descubrimientos (las campañas de prevención en embarazadas fueron un hito) se debería 'personalizar' más y acordarse de quien tanto bien procuró.
      Gracias por tu fidelidad en este blog y por valorarlo tan positivamente. Una hace lo que puede ;)
      Un besote.

      Eliminar
  8. me ha encantado encontrarte y leerte He aprendido un montón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, me alegro que sepas un poquito más. El saber no ocupa lugar.

      Eliminar